UNA FIDEUÁ DE “DEFÉCATE CITÁCIDO”

(VULGO, ¡CAGATÉ LORITO!)

En la revisión quincenal que últimamente hago del congelador, (más que nada para no dejar los cadáveres mucho tiempo) encontré dos cabezas y dos raspas de lubina y dorada, amén de tres pescaditos que habíamos pescado este verano (de ahí lo de la revisión) y decidí hacer un caldo como Rajoy manda.

 Ayer compré gambones descongelados del Mercadona que salen muy bien en cuanto a calidad-precio, y me marqué una fideuá con 8 gambones 8 por que no me cabían más en la paella. Pá que os voy a  contar más, no dejamos ni un fideo y con un blanco de Castillo de Liria y all i oli del mortero, ya ni te digo.

 Necesitareis:

 Para el caldo;

 Raspas y cabezas o morralla, de 750 grs a 1 kilo.

 1 puerro

 1 zanahoria

 2 ramas de apio

 2 dientes de ajo

 1 hoja de laurel

 10 ó 12 granos de pimienta

 Sal

 1 chorrito de aceite

 Para la fideuá:

  De 8 a 10 gambones

 1 tacilla de fideos gordos por persona

 2 y ½ cazos de caldo por barba

 3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva

 1 tomate

 2 dientes de ajo

 Pimentón dulce

 Sal

 Como hacerlo:

 Para el caldo, ponemos todos los ingredientes en una olla, los cubrimos generosamente de agua y cuando esta empiece a hervir, retirar la espuma que se forma en la superficie y dejar hervir 20 minutos a buen fuego (si el pescado se cuece durante demasiado tiempo tiende a amargar el caldo), colarlo y reservar.

 En la paella poner el aceite a calentar, pelar y laminar los ajos, ponerlos en la paella  y dejar que cojan color.

Mientras rallar el tomate y cuando los ajos empiecen a dorarse echarlo sobre ellos y sofreír bien hasta que pierda todo el liquido.

Cuando el tomate esté sofrito como media cucharadita de pimentón y mezclarlo bien, procurando que no se queme.

 Entonces añadir los fideos y remover bien para que se impregnen un par de minutos.

 Echar entonces el caldo hirviendo (dos veces y media la cantidad de fideos)

 LA "PIECE DE RESISTANCE"

 poner los gambones (crudos) y dejar cocinar 15 minutos hasta que se consuma el caldo.

Abrir una botellita de vino y dejarse llevar por las pequeñas delicias de la vida.