martes, 1 de noviembre de 2011



LA GULA DE ALASKA
(O EL ABADEJO SIN PELLEJO)


Se ha popularizado desde hace unos años los llamados transformados de pescado, que comenzaron con los ya archifamosos “Palitos de cangrejo”, encontrando ahora en el mercado una amplísima variedad de elaboraciones, frescas, congeladas e incluso embutidas ya que en los estantes de los fiambres podemos encontrar un llamado “fiambre de cangrejo”. Todos ellos elaborados a partir de una extensa variedad de pescados blancos de los que hablé en la entrada de los pescados exóticos, (Fletan, panga, pez gato, abadejo, etc.…).
 Encontramos los ya dichos palitos, las bocas de mar que vienen empanadas para freír, el ya citado embutido, el hilado de surimi para ensaladas y uno al que me voy a referir hoy, que ha tenido mucha aceptación en nuestro país, entre otras cosas porque se asemeja a un pescado inasequible al común de los mortales y también por las exhaustivas campañas publicitarias lanzadas en los medios audiovisuales, protagonizadas por un actor que sale hasta en la sopa.
 Estoy hablando de la denominada Gula del Norte o Anguriña, según la marca que lo comercialice. Un elaborado a base de Abadejo de Alaska que presenta una forma lejanamente parecida a las míticas y ya casi desconocidas angulas de Aguinaga, que permite, por un módico precio y mucha imaginación, sentirse por unos instantes un magnate forrado de pasta, de esos que desayunan caviar Beluga a cucharadas.
 Este de la fotografía contiene además de pescado, cefalópodos (es decir, calamar o pota) amén de una larga lista de ingredientes: Agua, aceite de girasol, almidón de maíz, soja, extracto de pescado, clara de huevo, sal, glutamato monosódico, goma xantana, acido láctico, tinta de sepia, sorbato potásico, ajo y guindilla.
 Al mirar el paquete, no puede uno dejar de sentir un escalofrío al pensar la de miles de kilómetros que estas humildes tiritas blanco-grisáceas habrán hecho hasta acabar en nuestras mesas, y que extraños nombres tendrán los pescadores que capturaron el abadejo y los calamares que sirvieron de base a estas “anguriñas al ajillo" que hoy voy a preparar en ensalada.

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